LOS SENTIDOS
El sentido
del gusto se encuentra en la lengua.
La lengua es un órgano musculoso ubicado dentro de la boca o cavidad oral. La sensación que un alimento produce en
el sentido del gusto se llama sabor.
Los alimentos pueden ser dulces o salados,
ácidos o amargos. Detectar esos sabores es la
función de las papilas gustativas
en la boca; su importancia depende de que permita seleccionar los alimentos y
bebidas según los deseos de la persona y también según las necesidades
nutritivas.
El gusto
actúa por contacto de sustancias químicas solubles con la lengua. El ser humano es
capaz de percibir un abanico amplio de sabores como respuesta a la combinación
de varios estímulos, entre ellos textura, temperatura, olor y gusto.
El sentido
del gusto depende de la estimulación de los llamados "botones
gustativos", las cuales se sitúan preferentemente en la lengua, aunque
algunas se encuentran en el paladar; su sensibilidad es variable. La lengua
presenta unas estructuras, denominadas papilas, que le confieren su aspecto
rugoso. En ellas se encuentran los botones gustativos, donde se asientan los
quimiorreceptores juntos con las células epiteliales que les sirven de sostén.
El sentido del
tacto es aquel que permite a los
organismos percibir cualidades de los objetos y medios como la presión, temperatura, aspereza o suavidad, dureza, etc. En el ser humano se considera uno
de los cinco sentidos básicos. El sentido del tacto se halla principalmente en
la piel, órgano en el que se encuentran
diferentes clases de receptores
nerviosos que se encargan de transformar los distintos tipos de estímulos del exterior en información susceptible para ser
interpretada por el cerebro. La piel se
divide en tres capas: epidermis, que es la capa superficial, la dermis y la
hipodermis que es la capa más profunda. La epidermis: está constituida por
tejido epitelial y en su estrato basal o germinativo encontramos la denominada
melanina que es el pigmento que da color a la piel y la dermis por tejido
conjuntivo.
En esta capa
encontramos los anejos cutáneos que son las glándulas sebáceas , las glándulas sudoríparas,
el pelo y las uñas. y la hipodermis formada por tejido conjuntivo adiposo.
Debemos tener en cuenta que aunque principalmente el sentido del tacto se
encuentra en la piel, también lo encontramos en las terminaciones nerviosas
internas del organismo, pudiendo percibir los altos cambios de temperatura o el
dolor. Por lo que es el más importante de los cinco sentidos permitiéndonos
percibir los riesgos para nuestra salud tanto internos como externos. La parte
que gobierna el tacto en el cerebro es el lóbulo parietal.
El olfato
es el sentido
encargado de detectar y procesar los olores. Es un
quimiorreceptor en el que actúan como estimulante las partículas aromáticas u
odoríferas desprendidas de los cuerpos volátiles, que ingresan por el epitelio olfatorio ubicado en la nariz, y son procesadas por el sistema olfativo.
Las
sustancias odorantes son compuestos
químicos volátiles transportados por el aire. Los objetos olorosos liberan a la atmósfera moléculas que percibimos al inspirar.
Estas moléculas alcanzan la mucosa olfativa, que
consta de tres tipos característicos de células: las células olfativas
sensoriales, las células de sostén y las células basales, que se dividen aproximadamente una vez al mes
y reemplazan a las células olfativas moribundas. Los 20 o 30 millones de
células olfativas humanas contienen, en su extremo anterior, una pequeña cabeza
con cerca de 20 pequeños filamentos sensoriales (cilios). El moco nasal acuoso transporta las moléculas aromáticas a los
cilios con ayuda de proteínas fijadoras;
los cilios transforman las señales químicas de los distintos aromas en
respuestas eléctricas.
El oído
conforma los órganos de equilibrio
y audición. También se le denomina órgano
vestibulococlear dentro del estudio de la medicina.
Es un órgano
que se encuentra muy desarrollado, principalmente en mamíferos inferiores terrestres y
acuáticos, tal es el caso de los félidos y los grandes cetáceos en donde, gracias a su evolución fisioanatómica, se han hiperdesarrollado mecanorreceptocitos
especializados en destacar el sentido de equilibrio
y audición en perfecta armonía. En el caso
del ser humano esta evolución no está tan
desarrollada.
En conjunto
el estudio histoanatómico del
oído se divide en tres partes, oído externo, oído medio y oído
interno.
El ojo
es un órgano que detecta la luz, por lo que es la base del sentido de la vista.
Se compone de un sistema sensible a los cambios de luz, capaz de transformar
éstos en impulsos nerviosos. Los ojos más sencillos no hacen más que detectar
si los alrededores están iluminados u oscuros. Los más complejos sirven para
proporcionar el sentido de la vista.
Los ojos compuestos se encuentran
principalmente en los insectos, y están
formados por muchas facetas simples llamadas omatidios que dan una imagen en mosaico,
no imágenes múltiples, como a menudo se cree.
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